La felicidad es lo más buscado y lo más engañoso al mismo tiempo. La razón por la que todos buscan la felicidad es porque ser feliz está en la naturaleza del alma.
La razón por la que todos buscan la felicidad es porque la naturaleza del alma es ser feliz. Sin embargo, en el mundo material no tratamos de encontrar la verdadera felicidad, que es la felicidad espiritual. Nosotros, las almas, por la ilusión y la falsa identificación con nuestros cuerpos, llegamos a la conclusión de que, si traemos alegría a nuestros cuerpos, entonces seremos felices. Así es como funciona todo el mundo, tratando de encontrar la felicidad por medio de los sentidos.
Hemos hecho grandes progresos en cuanto a estimular los sentidos, para poder satisfacerlos mejor en muchas áreas. Sin embargo, nadie es feliz. Y cuanto más buscamos la felicidad, más nos esforzamos por encontrarla de esta manera, y cuanto más experimentamos que esto no nos da felicidad, más decepcionados, frustrados y deprimidos nos sentimos.
De hecho, la única felicidad es la felicidad que nos hace felices a nosotros, las almas. La felicidad espiritual, que proviene de un estilo de vida orientado a la búsqueda espiritual, a la meditación, al servicio de la devoción al Altísimo Señor y, sobre todo, a escuchar y cantar mantras, un sonido trascendental que es la fuente suprema de la felicidad.